Verte entre tanta gente y reconocer tu voz aunque estés lo más lejos posible. Notar cuando estás triste y cuando te sientes feliz. Saber qué es lo que te molesta. Hacerte reír con lo que te divierte. Hablarte de lo que te interesa. Hacer todo para y por ti porque mi felicidad dependa de la tuya. ¿Puedo hacer algo más? Dímelo y lo haré.
Yo mientras esperaré a que tú solo me digas, dos palabras, tres sílabas y ocho letras y seré tuya para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario